Taittinger

Comtes de Champagne Rose

A pesar de una climatología sin excesos, el año 2004 fue exuberante. El invierno, fresco sin ser todavía un período de frío intenso. La primavera, marcada por una pluviosidad débil fue muy agradable. La floración, muy escalonada, arranco a mediados de junio con temperaturas frescas.
Poco soleado y fresco, el verano resulto seco hasta mediados de agosto donde llego un período de lluvias benefactoras. La vuelta del sol y del calor a principios de septiembre favoreció la maduración.
La vendimia que arranca a partir del 20 de septiembre con los Chardonnays resulto ser de las más abundantes de la historia de la Champaña. Muy sana y de un excelente nivel cualitativo.
Los Chardonnays de una calidad extraordinaria: equilibrados, complejos, largos, frescos y tónicos. Los Pinots Noirs , elegantes y estructurados.

El ensamblaje

La capa de Comtes de Champagne Rosé Millésimé 2004 es de un rosa soste- nido. Las burbujas, extremadamente delicadas, alimentan un soberbio cordón de espuma fina.

La nariz todo finura, armonía y juventud desvela sutiles y complejos aromas de frutas rojas ligeramente compotadas de fresa silvestre, de guinda y de grosella negra. En el trasfondo se despliega un toque de almendra fresca y regaliz.

En boca, la entrada afrutada sube rápidamente de intensidad. El medio de boca es rico, estructurado con una punta de taninos que recuerdan la grosella negra y la pera al vino. El final de boca sigue siendo generoso preservando equilibrio y armonía. Todavía joven pero ya con una gran clase, el Comtes de Champagne Rosé Millésimé 2004 dispone de una complexión tánica que se está redondean- do, promesa de un futuro donde ganará aún más en dimensión y en perfección.

La degustación

La capa es de color amarillo dorado realzada por un luminoso reflejo verde. Las burbujas, especialmente finas y abundantes, suben con regularidad para formar un ligero cordón de espuma.

La nariz muy fresca se abre sobre un contraste entre intensidad y sutileza de notas de pan tostado. Le suceden aromas de cítricos confitados, de pastel de limón avainillado, de almendras tostadas y finalmente un toque floral de flores secas y tilo.

La entrada en boca es expresiva y potente, dominada por la viveza del cítrico, del limón maduro. El medio de boca es más delicado, marcado por sabores de pomelo caramelizado. El final de boca llenos de amplitud y riqueza, dejando que se expresen notas azucaradas de regaliz.

Combinando delicadeza e intensidad con el frescor y la armonía, Comtes de Champagne Blanc de Blancs 2000 deja entrever todo el potencial de guarda propio de los grandes chardonnays de la Côte des Blancs.

Los momentos del consumo
Este vino de celebraciones y de ceremonias tiene las cualidades necesarias para ser degustado en cualquier momento: durante la comida o para acompañar un postre como una ensalada de frutas rojas.